Tras hacer un repaso al origen de este sello que se fijó en 2011 y su desarrollo un año después de un modelo de indicadores que recogiera todo el acerbo y experiencia del CERMI, la Fundación ONCE y FEACEM, afirmó que “en este trabajo se integró el modelo de Certificado de Excelencia en la Diversidad (EDC) de la Fundación Seeliger y Conde”. Una vez creado este sello, que tiene como objetivo el conseguir un mayor número de empleo para las personas con discapacidad y al mismo tiempo que esos empleos sean de más calidad que los actuales, recordó que el mencionado Colectivo se enfrenta en estos momentos a una compleja realidad. 

 

Solo una de cada 4 personas con discapacidad está trabajando; la tasa de actividad de las personas con discapacidad es más de 40 puntos porcentuales inferior al del resto de personas que no tienen discapacidad; sus salarios son un 17% inferiores al resto de la población y el riesgo de pobreza en este colectivo es del 30%. 

 

José Antonio Martín Rodríguez desplegó ante empresarios y miembros de las Entidades de la discapacidad el modelo para conseguir este sello de RS que se estructura en 7 categorías, 19 indicadores y 69 fuentes de verificación, siendo el mínimo nivel exigido para distinguir a las compañías como socialmente responsables con la discapacidad un compromiso de, al menos, tres áreas esenciales: la Estrategia y Liderazgo, ya que es necesario el compromiso de la alta dirección hacia las personas con discapacidad; la Gestión de los Recursos Humanos, no solo con el cumplimiento de la normativa, sino también aplicando políticas de no discriminación e igualdad de oportunidades en todos los procedimientos de selección, acceso al empleo, promoción profesional y formación, y por último, en las empresas, se debe contemplar la Accesibilidad universal tanto a las instalaciones, como en la comunicación interna, con los proveedores y en la prevención de riesgos laborales”.

 

De esta forma, afirmó el director gerente de Fundación Bequal, “cualquier compañía podrá conseguir un sello que es una propuesta de valor que se basa en las 3 R, es decir Responsabilidad, Reconocimiento y Rentabilidad”, si bien no todo termina aquí “ya que el sello tiene una vigencia de tres años y está sujeto a revisiones anuales, en las que se verificará tanto el mantenimiento de los criterios acreditados como la mejora continua en la estrategia de la RS, es decir, en los 69 indicadores para que cada vez haya mejor empleo para la  discapacidad”. José Antonio Martín Rodríguez fijó en 32 las entidades que ahora mismo poseen el sello, una de ellas la riojana Ocio Sport Rioja. 

 

Maite Seoane se encargó de dar la bienvenida y despedir el acto, afirmando que “la Responsabilidad Social da mayor valor a las empresas” y citó palabras como compromiso, autocrítica, talento, diversidad e inclusión social para considerar como “loable y lícito que las empresas consigan certificar el compromiso con todo lo que sea la Responsabilidad Social”.

 

Por su parte, Manuela Muro agradeció a Maite Seoane y a la Federación de Empresarios de La Rioja que hubieran abierto sus puertas “a la Fundación Bequal que trabaja en favorecer las condiciones de empleabilidad de las personas con discapacidad en todos los ámbitos y que concede unos sellos a una serie de empresas y entidades que, además de comprometerse con la discapacidad, deben seguir trabajando para conseguir la renovación del mismo”.